EL ALMUERZO DESPUES DE LA LLAMADA.
Pasaron las horas, pablo no volvió a la habitación, al yo no ir a la suya seguramente pensó que estaba enojada, en realidad estaba dolida con la situación.
Escuché un ruido en la cocina, salí de la habitación con mis ojos irritados de llorar y estaba Pablo cocinando algo, le había pedido a Memo que le hiciera un pedido al supermercado y que lo retirara él, así nadie sabría que estábamos en el apartamento, únicamente Memo lo sabía.
-Hola hermosa, necesitamos hablar, pero antes quiero prepararte un delicioso almuerzo, ¿si aceptas almorzar con este pobre hombre que no sabe como disculparse? Dijo Pablo juntando sus manos en suplica y con una voz realmente triste, ¡porfa!
Como decirle que no a aquel hombre con aquella escena tan tierna, estaba molesta pero no con él, sino con ella, porque no le importó que Pablo me presentara como su esposa, siguió llamando como si yo no existiera y estaba también molesta conmigo por ser tan débil y dejar que esto me afecte de esta manera.
-Claro que si Pa