Mundo de ficçãoIniciar sessãoLa mañana de la boda amaneció gris, con un cielo encapotado que parecía presagiar tormenta. En la habitación principal, Anna estaba frente al espejo mientras la modista ajustaba los últimos pliegues del vestido blanco. La seda caía como cascada, el velo reposaba delicadamente sobre su cabello, y a simple vista parecía la novia perfecta, lista para un matrimonio soñado.
Pero sus ojos, reflejados en el espejo, estaban llenos de miedo a que todo saliera mal. La modista sonrió con su trabajo terminado al igual que la maquillista, salieron mirando su obra de arte.
No pasó ni un minuto y la puerta se abrió suavemente y Lissandro entró en silencio. Anna lo miró a través del reflejo, su corazón acelerándose al instante. Él avanzó con paso seguro hasta quedar detrás de ella, su mirada gris recorriéndola con intensidad.
—Te ves hermosa… —susurró, inclinándose cerca de su oído dejando un beso en su cuello—. Pero más h







