Él
Ha oscurecido ya y como lo planeamos los ataques simultáneos están a punto de comenzar. Sé dónde se encuentran cada uno de los idiotas, algunos en sus casas con su familias, otros con amigos y otros más en solitarios, pero al final todos tendrán el mismo final. Su muerte.
—¿Listos? —digo y Antonio va conmigo en el auto, el resto se ha repartido a lo largo de Milán y pueblos colindantes. El viaje transcurre en silencio, la realidad es que nadie tiene ánimos de hablar tomando en cuenta que está será nuestra última noche en operación como familia perteneciente a la mafia de Italia.
Nuestras vidas acaban hoy, nuestro pasado será sepultado, nuestras actividades