Vivian conoce al rey de los vampiros.
Darío mientras tanto llevaba con él a la mujer en uno de los coches, entregaría la sangre al rey, y después la llevaría a casa.
Vivian por su parte seguía sin volver en si, había sido demasiado el shock para ella. Puede que a cualquiera le diera un ataque cardíaco al ver mostrarse a un lobo delante de ti.
Los vampiros pararon en una hermosa villa, ahí su amo y señor los esperaba, resulta que Vladimir tenía hambre y había estado llorón.
— Pero que carajos, ¿Por qué se han demorado tanto? El príncipe tiene hambre y ustedes seguían sin llegar.
— Pequeño, aquí tienes, ya puedes comer. — El rubio le dió una bolsa de roja sangre lista para beberse.
El niño de palida piel la tomó y se fue a sentar por ahí.
— Surgieron algunos imprevistos. Nos encontramos a los Alfas Gambino en el hospital. Ellos estaban ahí por una chica que al parecer era la luna de Massimo, solo que tiene mala salud, escuché que probablemente muera.
— Mm, interesante, seguro que el Alfa está desconsolad