Ella... Elizabeth es mi luna. 
  Cuando el Alfa escuchó al chef de inmediato encaminó sus pasos hacia afuera, apenas miró al chef lo atrajo de la filipina.
  — ¿Qué demonios estás diciendo? ¡Repitelo!
  — ¡Rey Gambino, la doctora al parecer se sintió mal, ella cayó al suelo mientras se tocaba el vientre, entonces ellos intercambiaron palabras, en los ojos de ella había súplica... y de pronto el vampiro se convirtió en un demonio que dejó salir grandes alas negras, la tomó en sus brazos después de dormirla, y se la llevó con él!
  — ¡No...! ¡Llévame al lugar! — El Alfa ordenó y siguió a su empleado, sus hermanos iban detrás de él, estaban demasiado intrigados sobre lo que había pasado.
  — ¡Aquí, ellos estaban aquí, la doctora estaba en el piso! — El chef señaló el lugar.
  El rey recorrió el lugar con la mirada, de pronto lo vió, había una mancha de sangre que se se acercó y talló con dos de sus dedos, después la llevó a su nariz para olerla.
  El aroma era dulce, tal y como le había sabido la sangre de la doctor