C56-NO HABÍA GANADORAS.

—Quiero verla. Quiero ver a Isabella.

—Sofía... —Draxel intentó detenerla, pero ella negó con la cabeza.

—Necesito verla, necesito hablar con ella. No puedo... —tragó duro— no puedo seguir sin saber si ella está bien.

Cassian cerró los ojos, derrotado y señaló una puerta.

—Está en la biblioteca.

Sofía asintió, respiró hondo para no derrumbarse ahí mismo y caminó hacia la puerta y antes de salir, miró a sus padres solo una vez, sin odio, sin reproches... solo con el dolor de una hija que nunca imaginó herir a su propia familia.

Draxel dio un paso para seguirla, pero Sofía levantó la mano sin mirarlo.

—Por favor... déjame hacerlo sola —pidió, y Draxel se detuvo.

Llegó a la biblioteca con el corazón batallando contra las costillas. La puerta estaba entreabierta y la luz cálida de la lámpara bañaba el interior. Isabella estaba sentada en el gran sillón junto a la ventana, con un libro abierto sobre su regazo.

Se veía tranquila... hasta que levantó la mirada y la v