C25-¿TE VAS DE VIAJE?
Isabella apretó los labios cuando escuchó la pregunta. Y aunque le dolía, tampoco iba a ceder y darle lo que quería.
—Eso no te importa. Y aunque importara... no me da la gana de decirte.
Intentó girarse, pero Aslan dio un paso al frente. Uno solo. Y bastó para cerrarle la salida.
El aire entre ambos se volvió espeso. Isabella levantó la mirada, desafiante por fuera, pero desordenada por dentro.
—Hazte a un lado, Aslan.
—No.
Se acercó otro poco. Lo suficiente para invadir su espacio y para obligarla a sentirlo y resultó porque Isabella solo era consciente de él, de esa presencia furiosa que le encendía la piel.
—¿Sabes lo que sentí al verte medio desnuda con él? —continuó Aslan, apretando la mandíbula—. ¿Sabes lo que es mirar a tu mate en brazos de otro y no poder arrancarlo de allí?
Isabella tragó saliva.
Por dentro, su corazón dejó de latir. Pero luego, el recuerdo la golpeó sin aviso, su humillación, su dolor.
Alzó la barbilla y su expresión se volvió dura.