C23- VETE Y NO VUELVAS.

El rugido del motor de Draxel se escuchó por toda la propiedad cuando estacionó frente a la mansión Blackwood. Bajó de un salto y caminó a zancadas hacia la entrada, con el rostro contraído por la furia.

Los guardias intentaron detenerlo, pero él los apartó como si fueran muñecos.

—¡Quiero ver a Sofía! —gritó al entrar al vestíbulo, donde varios sirvientes lo miraban con asombro—. ¡Ahora!

El mayordomo se interpuso en su camino.

—Señor Shadowfang, no puede entrar así...

—¡Apártate! —gruñó Draxel, sus ojos brillando con un destello animal.

Rápido Anya apareció en lo alto de la escalera, atraída por el alboroto y al ver el estado de Draxel, sus ojos se abrieron de par en par.

Así que bajó rápidamente y se acercó a él.

—Draxel, por favor, cálmate —le dijo en voz baja—. Estás causando una escena.

—¡Me importa un carajo! Necesito hablar con Sofía. ¡Ella no va a casarse con ese lobo!

Anya lo tomó del brazo y lo llevó a un rincón más privado.

—Drax, escúchame. Yo... yo