C24- ¿POR QUÉ ME ESTAS MIRANDO ASI?
Sofía entró a la mansión sin sentir los pies. Cada paso que daba era como si caminara dentro de un sueño roto. La garganta le ardía, pero se obligó a mantener el rostro firme… aunque por dentro todo estuviera desmoronándose.
Al cruzar el vestíbulo, lo vio.
Aslan estaba allí, apoyado en la baranda de la escalera, esperándola. Quieto. En silencio y sus ojos azules se clavaron en los de ella, leyendo cada grieta que Sofía intentaba ocultar.
—Le… le dejé todo claro —dijo Sofía finalmente.
Aslan no respondió, solo la observó y luego dio un paso hacia ella… y después otro. Hasta quedar justo frente a Sofía, lo bastante cerca para que ella sintiera el calor de su cuerpo y esa autoridad natural que lo envolvía.
—Acepté a ese bebé, Sofía.
Ella se tensó, tragando con fuerza.
—Me comprometí a quererlo como si fuera mío —continuó él—. Y puedo hacerlo, estoy dispuesto a hacerlo. Pero no voy a permitir que sigas viéndote con Draxel.
El golpe la dejó sin aire, abr