C18-EL PEOR DE LOS PENSAMIENTOS.
C18-EL PEOR DE LOS PENSAMIENTOS.
Anya jugaba nerviosa con sus dedos en el asiento del auto, la ansiedad marcando cada pequeño movimiento.
—Ya cálmate, Anya, ya vamos a llegar —dijo Lia, girando brevemente la cabeza hacia ella.
—Lo sé… —susurró, mirando por la ventana, con la voz rota—. Pero jamás me había separado tanto de él.
Lia apretó el volante y tomó la curva hacia el estacionamiento.
—Aquí está bien cuidado, no le falta nada. Y me encargaré de que tenga seguridad.
Anya sabía que hablaba de Levi. Después de aceptar la propuesta de su amiga, había cambiado su celular, borrado registros y reforzado cada medida de precaución, pero el miedo persistía como un eco imposible de apagar.
—Tranquila —añadió Lia con firmeza—. Él no va a tocarte. Ahora estás a salvo, Anya.
El silencio la envolvió, y su mente viajó atrás sin quererlo.
Nunca había conocido a su madre; su padre le había dicho que había muerto al darla a luz, así que creció con él, entre el aroma del pan recién horneado