Ese mismo domingo en que Coromoto estuvo con Paola, Ángel salió del trabajo como cualquier otro día.

Regresó a casa, cansado pero tranquilo, dispuesto a descansar sin sospechar que algo inusual estaba por suceder, Poco después de acomodarse, le llegó un mensaje inesperado de su jefa:

—"Ángel, hace poco llegó una mujer preguntando por ti. No dijo quién era y preferimos no hacer más preguntas, solo nos pareció importante que lo supieras"

Él se quedó mirando la pantalla del teléfono con el corazón golpeándole el pecho y el primer nombre que cruzó por su mente fue uno solo: ¿Habrá sido Coromoto?

Esa posibilidad lo sacudió. Se quedó largo rato mirando el vacío, con miles de pensamientos atravesándole la mente como ráfagas. "¿Había venido a despedirse? ¿A buscarlo? ¿A aclarar las cosas? ¿Lo extrañaba tanto como él a ella?"

La noche se volvió interminable, se revolvía entre las sábanas, intentando calmar el remolino de emociones que lo invadía. Pens