Nick bajó al vestíbulo con paso inseguro. No recordaba haber esperado a nadie, pero la llamada desde recepción lo había inquietado. Al llegar, no vio a nadie conocido. Se acercó al mostrador.
—¿Quién preguntó por mí?
La recepcionista lo miró confundida.
—¿Usted no llamó? Aquí no recibimos ninguna solicitud ni hicimos ninguna llamada, señor Brown.
Nick sintió un escalofrío. Dio media vuelta y recorrió el hall con la mirada. Nada. Nadie.
Al regresar a su habitación, encontró una hoja bajo la puerta. Era de su propio cuaderno. Reconocía su caligrafía… pero no recordaba haber escrito esa nota:
“Nos veremos pronto. No tengas miedo. Te estoy esperando.”
No estaba firmada. Nick miró hacia el espejo. El reflejo estaba ahí. Tranquilo. Silencioso. Pero esa nota… no era producto de su imaginación.
******
Esa noche, Nick intentó hablar con Jackson. Lo encontró en el pasillo limpiando las paredes con desgano. El joven lo detuvo con cortesía.
—Jackson… necesito preguntarte algo.
—¿Qué pasa?
—El esp