— Esto es peor de lo que pensé...
Me froté las sienes entre los dedos.
No habían pasado más que un par de años, ¿Por qué todo estaba destruido hasta este punto?
Hace algún tiempo fui convencida por parte de Lucas de comrpar una pequeña empresa encargada de gestionar y procesar envíos internacionales, la idea de expandir el negocio y realizar transacciones era buena. Pero ahora solo hay deudas y personal al que no se le ha estado pagando apropiadamente.
Además, La tecnología de encriptación cuántica y trazabilidad mínima invaluable para el transporte de bienes de alto valor, fue hackeada. Esto no solo expuso las rutas secretas, sino que permitió el robo de un cargamento lo que nos hizo perder a nuestro socio más importante.
¿Cómo diablos ha estado manejando las cosas Lucas desde que lo dejé a su cargo?
Estoy segura que se aprovechó de esto, él quería llevar la emrpesa a la ruina y luego echarme la culpa. Quizá era esa la razón por la que nunca quiso ponerla a su nombre.
No hay nada bueno que sacar de aquí actualmente, luego del robo la noticia se difundió y los clientes parecen escepticos a contratarnos.
— Es la única posesón personal que tengo en este momento. No podré vivir de esto si termino siendo echada de mi familia
¿Pero qué debería hacer? ¿Contratar nuevo personal sin rpesupuesto o despedir al que ya tengo?
Remodelar las viejas y destartaladas oficinas no era una opción.
¿Cómo podía descubrir siquiera quiénes me están robando?
Tantos problemas me dieron dolor de cabeza, decidí ir a buscar un café para aclarar mi cabeza. Al menos la máquina expendedora se había mantenido con vida... Pero solo había jugo de uva caliente.
— Será mejor que vayas a la cafetería de la otra calle.
Ese tono de voz a mis espaldas me sorprendió, Alejandro estaba parado detrás de mí.
— ¿Qué haces aquí? — No me molesté en disimular mi sorpresa.
— No me volviste a escribir en una semana así que vine a buscarte. Tenemos una conversación pendiente ¿Recuerdas?
Su respuesta no me gustó ni un poco.
— Déjame reformular la pregunta... ¿Cómo sabes que estaba aquí?
Él solo sonrió y se encogió de hombros.
— A veces uno sabe cosas.
Suspiré, no tenía tiempo para desperdiciar pensando en eso.
— Está bien. — Respondí, mirando con extrañeza cuando él me ofreció su brazo. Terminé aceptándolo de cualquier manera.
El camino a la salida fue silencioso, nada que me incomodara. Después de nuestro beso estuve muy avergonzada por lo impulsiva que fui en ese momento y, aunque Alejandro estuvo intentando escribirme mensajes en varias oportundias temrminé sin contestar ninguna.
— ¿Alguna vez has sonreído? — Me preguntó de la nada. — Te verías más bonita si sonrieras.
— ¿Le dices eso a todos tus ligues? — Le contesté, un poco divertida por la mueca que hizo.
— Sí, me ayuda a ganar puntos con las chicas.
Rodé los ojos, bastardo presumido.
— Bee.
Alejandro y yo nos detuvimos cuando Lucas me llamó, pero él no permitió que le soltara el brazo. Lucas nos miró e hizo una expresión de disgusto.
— Lucas... No esperaba verte aquí. — Carraspeé un poco la garganta. — El señor Rivera y yo estábamos a punto de irnos.
— Bueno, bine a buscarte... Espero no te haya molestado que usara tu automóvil pero he venido a recogerte porque supe que has estado trabajando demasiado.
Oh, así que era él quien lo tenía.
— ¿No dijiste antes que estaba en el taller por una falla? — Lo vi tensarse, entrecerré los ojos. — Nunca has venido a recogerme del trabajo, ¿Puedo saber qué te hizo cambiar de opinión esta vez?
Ni siquiera cuando estaba enferma y tuve que usar el taxi, él nunca se había dignado en venir a recogerme.
— ¿Qué estás haciendo con ese hombre? — Cambió de tema, su especialidad para evitar confrontaciones. — ¿Por qué lo estás agarrando del brazo tan casualmente?
— ¿Desde cuándo te preocupas tanto por mí? — Lo cuestioné, apoyando mi cabeza en el hombro de Alejandro, quien para tener una boca tan floja estaba sorpresivamente callado. — El señor Alejandro solo ha venido a hablarme de... Negocios privados entre nosotros. No tienes nada que hacer aquí.
— ¿Es porque soy poca cosa?— El quejido de lástima de Lucas siempre había tenido el potencial para sacudirme el piso, Alejandro me apretó fuerte con disimulo. — He venido a recogerte para tener una cita romántica pero estás agarrada del brazo con otro hombre. ¿Valgo tan poco para tí que crees no tengo dignidad?
Mi corazón se sintió pesado por primera vez en días, ahora empiezo a comprender por qué nunca había sospechado nada sobre Lucas. Sus capacidades actorales son capaces de engañar a cualquiera.
Además el desgraciado tiene un lindo rostro, eso hace que lo odie más.
Aunque claro, comparado con Alejandro...
Me tuve que regañar mentalmente por haberme distraído.
— Lo siento, querido. Pero sabes que esto es importante para nosotros. — Yo también puedo actuar perfectamente y se lo voy a demostrar. — Él ha accedido a ayudarme con un negocio muy importante, pero es una sorpresa para tí ¿Vas a arruinarlo?
Los ojos de Lucas se iluminaron en ese momento, pobre iluso.
— Bueno, quería que fueramos a comer todos pero no se puede evitar si es algo tan importante.— Rápidamente cambió su expresión de pena por una de emoción. Yo caminé hacia él y lo abracé. — Recuerda que te amo y eres más valios para mí que cualquier regalo.
Curvé mis labios en una sonrisa amarga.
— ¡Hermana!
Me giré rápidamente a mirar la delgada silueta bajando del asiento del copiloto de MI auto, volteé a ver a Lucas con una mirada furiosa pero él solo me soltó cuando Bella se acercó a nosotros con la excusa de ''ayudarla a caminar''
— No quería quedarse sola en casa así que la traje conmigo, no te molesta si nos acompaña a comer ¿Verdad?
— Lo siento, hermana. No quería molestarte en tu tiempoa solas con Lucas...— Isabela me abrazó y me sentí asfixiada, incluso vi las escaleras frente a mí con una clara intención en la cabeza.
Esto me hace sentir enferma.
— ¿Por qué andan juntos ustedes dos? — La curiosidad de Isabela se derramó sobre Alejandro, en lugar de saludar ella solo lo miró directo a los ojos. — Mi hermana es una mujer comprometida, se ve mal que caminen juntos de esa manera. Por avor disculpe los malos modales de mi hermana, ha estado en el extranjero durante mucho tiempo y perdió un poco de su credibilidad.
Alejandro miró de arriba a abajo a Isabela y yo me retorcí de los nervios, ¿Y si él también se enamoraba a priemra vista de ella como Lucas? ¿O como todo el mundo?
¿Me... Me desecharía también?
No me había dado cuenta que estaba empuñando las manos hasta que Alejandro me sujetó para que dejara de lastimar la palma con mis propias uñas, no puedo dejarme desestabilizar por unas simples palabras. No puedo permitir que Isabela seduzca a Alejandro antes que yo.
Abrí mi temblorosa boca para tartamudear, pero Alejandro respondió primero:
— Hablas bien para ser una incógnita.
Nosotros nos mriamos con sorpresa, Alejandro estaba alegando ABIERTAMENTE el pasado biológico desconocido de Isabela, lo cual es, al mismo tiempo, su talón de aquiles.
— ¡No permitiré que le hable de esa manera! — Saltó Lucas en su defensa, furioso. Ver la cara perpleja de Isabela era un completo poema.
— Oh ¿Eres su novio acaso o por qué hablas como si ella no tuviera boca? — Las palabras filosas de Alejandro clavaron como cuchillos cubiertos de veneno.
— ¡Basta! — Isabela se apresuró a itnerceder antes de que la situación escalara más. — Lo siento si el prometido de mi hermana lo ha incomodado, Alejandro. Pero soy tan débil que inevitablemente hago que las personas se preocupen demasiado por mi, quizá yo no viva mucho tiempo así que...
— Vaya, una buena noticia al fin-
Me vi obligada a darle un pellizco a Alejandro antes de que se le ocurriera terminar esa oración en voz alta.
— No digas eso, Bella. Sé que con buenos cuidados tú definitivamente-
Isabela se apresuró a interrumpir a Lucas, incluso le dio la espalda.
— Sé que mi hermana se molesta porque su prometido me cuida mucho, pero es solo como un hermano para mí... Yo no quiero que eso dañe nuestra relación. Siempre la he admirado, ella puede hacer todas las cosas que yo no.
Ahí va de nuevo con ese discurso barato, el mismo truco que usa cuando queire ganarse el favor de alguien empleando la lástima.
¿Pero por qué alguien que piensa tan cudiadosamente las cosas antes de actuar estaba buscándome pelea abiertamente?