Por fin se había anunciado, Emmanuel y Ezequiel estaban leyendo el anuncio de la presentación de Lois como pareja de los futuros Alfas, pero al ver que esta incluiría un duelo bajo la luna llena, donde cualquier loba podría retarla la sorpresa no fue mínima. La noticia los había golpeado como un puñetazo, y la furia de Emmanuel era un incendio que apenas contenía. Ezequiel, a su lado, mantenía una calma tensa.
—¡¿Por qué demonios se decidió esto sin consultarnos?! —El rugido de Emmanuel fue un estruendo.
—Para eso habrá hablado mamá con Lois, al parecer ya lo tenían planeado. Algo traman.
—Iré a hablar con ellos.
—Emmanuel… no hagas de esto un escándalo, puede ser que eso es lo que ellos desean.
—¡Pues lo tendrán! —y salió corriendo. Ezequiel fue tras él.
Emmanuel irrumpió en el despacho de Thorne.
—¿Cómo te atreves? —rugió Emmanuel, dando un paso hacia su padre, sus puños apretados—. ¿Un duelo para Lois? ¿Quieres humillarla frente a toda la manada?
Thorne se puso de pie, su mirada fr