Supe que estaba perdida en ese momento. Porque estar con él siempre se sentía tan correcto, que supe que era capaz de hacer cualquier cosa por él.
—Yo no sabía que querías huir —refuté.
—Nunca quise ser un rey —negó con la cabeza—. Nadie me preguntó si quería serlo.
—Creí que siempre hacías lo que querías. Tienes ese aire de libertad que a veces olvido que tú también estás lleno de responsabilidades.
Soltó una risotada amarga, mientras jugaba con una rosa entre sus manos. El ambiente era íntimo y agradable, mientras teníamos una conversación sincera.
—Eso es sólo una forma de sentir que aún tengo el control de mi vida. ¿Entiendes? Desde que mi padre murió...
No pareció poder seguir, por lo que le tomé de la mano. ¿Había mencionado que su padre había muerto? Recordaba que lo mencionó, pero no estaba segura sobre los detalles de su muerte.
—Mi padre —siguió, titubeante—. Mi padre no era un buen gobernante. Se apoderó del trono sólo por ser el hijo de Dominik Black, mi abuelo. Si me lo p