Capítulo — Bajo la misma piel
(Punto de vista: Sofía Rojas)
La casa estaba en silencio, apenas iluminada por las luces cálidas del pasillo. El aire olía a nuevo y, al mismo tiempo, a recuerdo. Yo todavía tenía lágrimas en los ojos por todo lo que había visto, pero en ese instante lo que más me conmovía era tenerlo a él, arrodillado frente a mí, con sus manos temblando sobre mi vientre y los labios llenos de promesas.
Me quedé mirándolo, con la garganta cerrada, como si no pudiera respirar. Entonces, Adrián levantó la vista hacia mí. En sus ojos había súplica, amor y arrepentimiento en partes iguales. Me acarició la mejilla con una ternura que hacía años no sentía y que me devolvía a la mujer que había sido antes de tantas heridas.
—Sofía… —susurró, acercándose lentamente—. No quiero perderte otra vez. Te amo. Te amo más de lo que nunca supe decirte.
Cuando sus labios rozaron los míos, no tuve fuerza para apartarme. Fue un beso tímido al principio, como si temiera que yo me rompiera, p