Capítulo — Lo que nunca pensé de vos
Sofía sostuvo el sobre por unos segundos más, como si ese rectángulo de papel tuviera un peso que no se medía en gramos, sino en lo que podía cambiar su manera de verlo. Lo abrió despacio, deslizando los dedos con una mezcla de nervios y curiosidad, hasta que las hojas quedaron extendidas sobre la mesa.
Al principio no entendió del todo. Eran documentos legales, títulos, transferencias. Tuvo que leer dos veces, y la tercera vez ya estaba sentada, con el corazón golpeando fuerte.
Adrián había dejado casi todo a nombre de su hijo… y todo bajo la custodia de ella.
El departamento, las acciones, las propiedades, el fondo personal. Él, que siempre había protegido cada centímetro de su imperio como si fuera parte de su cuerpo, ahora quedaba prácticamente con lo justo.
Sofía sintió un nudo extraño en el pecho.
—No… no puede ser… —susurró, más para sí que para Isabel, que la miraba con calma desde la otra punta de la mesa.
Ella siempre había pensado