Capítulo — La sombra de Irina
La mañana había comenzado como cualquier otra. Adrián se levantó temprano, se vistió con la calma de quien tiene todo bajo control y, sin embargo, sintió una punzada extraña en el pecho cuando besó a Sofía. Ella lo miró con una dulzura cansada, y él le sonrió convencido de que sus nervios no eran más que el peso de los preparativos de la boda.
“Es eso —se repitió—. Está ansiosa por la iglesia, los invitados, el vestido, los detalles… nada más.”
Besó a Ayden en la frente y lo abrazó unos segundos más de lo normal. El niño balbuceó algo, y Adrián sintió que el mundo se acomodaba por un instante. Pero apenas salió de la casa, el malestar regresó. Un hormigueo raro en el pecho, un peso en el estómago.
En la oficina intentó distraerse con papeles, con reuniones rápidas, pero no podía quitarse de la cabeza lo que tenía por delante. Sabía que debía hacerlo, que no había otra salida, aunque eso significara mentirle a Sofía.
A media mañana, Lucas entró co