Capítulo 53. Prueba de fuego
Angelo
El eco de los disparos en la iglesia todavía retumba en mi cabeza. El caos, los gritos, la sangre… todo se mezcla en un torbellino que me arrastra hacia la rabia. Camino rápido, casi corriendo, buscando a Lorenzo. Sé que él está detrás de todo. Yo conocía el plan de secuestrar a Leonardo, claro que sí, pero no sabía cuándo ni dónde sucedería. Lo quise de esa forma para que mi reacción pareciera convincente, para que nadie sospechara de mí.
Pero nunca estuvo en los planes que se llevara también a Emily.
«Maldito hijo de puta. Pero me va a escuchar».
Salgo de la iglesia a paso furioso, directo al lugar donde han llevado a Leonardo y, por ende, espero que también a Emily.
Encuentro a Lorenzo en un pasillo oscuro de la casa. Está rodeado de hombres armados, como siempre, con esa sonrisa de serpiente que me da ganas de romperle la cara a puñetazos.
—¿Qué carajos hiciste? —le espeto, con la voz cargada de furia.
Él me mira con calma, como si todo estuviera bajo control.
—Tranquilo, A