Capítulo 42. Caos
Angelo
Lucía entra a mi habitación justo cuando estoy a punto de salir hacia el club. Se detiene en el umbral, parece preocupada, y en su rostro reconozco esa expresión obstinada que siempre adopta cuando se le mete una idea en la cabeza y no descansa hasta conseguir lo que quiere. Avanza con decisión, como si no estuviera dispuesta a dejarme escapar sin escucharla primero.
—Necesito hablar contigo —dice, sin rodeos.
—Mañana —respondo tajante mientras termino de colocarme la chamarra—. Tengo que hacer un encargo en el club, antes de ir a la carrera de Noah, y voy tarde.
—No puedo esperar a mañana, Angelo. Es importante, por favor.
Su tono me alerta. Por un instante creo que sabe algo sobre Emily y yo, y me tenso al pensar que ha descubierto nuestros encuentros secretos, pero me obligo a mantener la calma.
—¿Qué pasa? —pregunto, fingiendo indiferencia.
Lucía respira hondo.
—Es sobre Leonardo. No puede casarse con Emily —declara con firmeza, logrando acaparar toda mi atención.
—¿Qué qui