Solo intenté ayudarte.
Molesta por haber discutido con Sandro, Ellie subió a su habitación y tomó asiento en su cama, donde miraba a Perséfone y Hades, sintiéndose en ese momento identificada con él, podía ser que entre ellos dos, fuera ella el Hades en la vida de Sandro.

—Lo siento Perséfone, pero esta vez creo que me sobre pasé con Sandro, no me mires así, por favor —tomó el peluche en sus manos y lo abrazó —ver a Sandro con esa rubia falsa, me llenó de enojo, aunque creo que fueron celos —mencionó con tristeza —ahora se ha marchado de casa, no sé dónde podrá estar o con quién.

Se sentía culpable de haber provocado que Sandro se marchara de casa, se maldecía a sí misma por haber sacado a Josías a flote, cuando había sido completamente innecesario.

Con angustia, intentaba marcarle, mas su remordimiento y el temor por ser ofendida por él, se lo impedía.

Quiso esperarlo hasta que regresara a casa para disculparse con él, sin embargo, el sueño la venció tan solo una hora antes que él lo hiciera.

—Eres una
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo