Cuando la sesión de fotos termino, busqué con la mirada de Ezequiel y lo vi con una chica rubia de vestido blanco que animada, lo abrazo enganchándose a su cuello para darle un beso en la mejilla, tomo su brazo y acercándolo a ella se alejaron dentro del resort. Me acerqué a Elizabet que hablaba con el fotógrafo revisando el trabajo, e inquirí.

—¿Quién era la chica con la que se fue Ezequiel? —pregunte mientras la maquillista arreglaba mi cabello, Elizabet miro a la lejanía, sonrió de medio lado y soltó.

—El amor de la vida de ese hombre — tambaleé a punto de caerme y con rapidez me tomo de la mano el chico enérgico y juvenil que nos acompañó en el auto.

—Eh, cuido futura novia, puedes caerte —solté su mano volviendo en mí.

—Estoy bien, gracias.

—Pues no lo parece, la noticia te ha descolocado, lo he oído todo. —Dijo con cierta burla.

—Bueno, basta de tonterías, Antuan. Tomaremos un descanso, cenemos algo y te retocamos para hacerte las últimas fotografías —asentí recibiendo una delga