Fiesta de compromiso años atrás.
Todo el salón estaba lleno de personas de punta y blanco, era abrumante tanto ruido, la elegancia y la opulencia no faltaban en ningún rincón, solo podía pensar en todo el dinero que les sacaría a estos desgraciados, sería suficiente para pagar algunos meses de la deuda y luego todo volvería a empezar para mí. Tomé la copa de champán de la mesa y me la bebí entera.
—Ven, Mónica, quiero presentarte a unas amigas —con una sonrisa fingida seguí a Daisy tan elegante y exigente como siempre. Detuvo sus pasos, un segundo arreglo, un mechón de mi cabello tomo mi mano y acomodando mi anillo soltó.
—No olvides sonreír, y si te preguntan, guarda silencio y vuelve a sonreír. Yo responderé por ti.
—Sí, señora.
—Que sirva de algo tu cara bonita. —Al escuchar eso mi sonrisa se borró y entonces soltó.
—Chicas, les presento a Mónica.
—¡Mónica! Tiene el nombre de una meretriz famosa de roma ¿No? —soltaron una carcajada las demás mujeres que claramente iban bebidas, son