Augusto no entendía él por qué su mamá y papá no podían estar juntos, al principio pensaba que era el tiempo que habían estado lejos, pero cada vez que su papá venía, se vean felices, eso lo hacía dudar de que era lo verdaderamente cierto.
En la llamada de esta noche le preguntaría a su padre la razón por la que no podían estar juntos, esto era algo que no podía esperar.
Augusto estaba sentado en la mesa del comedor, miraba la pantalla de su tablet, la agitaba, tal como si esperara que con eso, la llamada de su padre apareciera, pero por más que lo hacía o lo intentaba, no sucedía.
Lo que él no sabía era que, desde ese día, la vida de su padre había cambiado definitivamente.
--- Ciudad de México ---
- Entonces, ¿Ahora tengo dos papás? -dijo la pequeña Natalia.
- Sí…
- Vaya, es algo complicado, mi papá me explicó esto, pero es un poco difícil entender por qué tú no estás con mi mamá y conmigo, pero mi papá sí.
- Bueno, eso, eso es algo que sucedió hace mucho tiempo… Ahora estoy tratand