Luego de conducir por largo rato en silencio, finalmente Sergio detuvo el auto en un mirador, bajo del auto y Eva hizo lo mismo. Aquellos vestigios de caballerosidad que mostraba Sergio en un principio ahora no eran visibles.
- Bien, Sergio, ¿Qué es lo que quieres hablar conmigo? ¿Qué tienes tú que ver con lo que está ocurriéndole a mi padre? -dijo Eva sin rodeos.
- ¡Así me gusta! Que vayas al grano y sin rodeos… -dijo Sergio, mirándola fijamente.
- ¿Qué quieres? -dijo Eva, ya molesta.
- Bien, muy sencillo… Tu padre está metido en un lío muy grande, ha estado desviando capital y eso no es ningún maldito truco, es la puta verdad, tu familia ya no es millonaria como le hacen creer a la sociedad.
- ¿Qué cosas estás diciendo? -dice ella sorprendida.
- Demian es bueno en la compañía, pero tu padre, tu padre, en algún momento comenzó a tomar malas decisiones, razón por la que tu hermano en su momento tomó la dirección.
Después de ello, tu padre, con ayuda de algunos colaboradores de s