Katherine no sabía por qué sus pasos la habían llevado allí. Quizás porque algo dentro de ella se removía con una necesidad angustiante de saber. De comprobar que su permanencia en el pasado no había roto todo. Que sus decisiones no lo había alterado su presente.
El aire en la manada era más denso o tal vez era ella quien lo percibía así.
Pero todo estaba igual, tan igual que incluso se sentía desconcertada.
"Entonces... ¿De verdad nada se rompió? ¿Cómo es posible?"
Katherine se detuvo en el borde de la colina con el corazón latiéndole despacio, como si estuviese esperando una señal.
Pero no llegó.
Ella miró la palma de sus manos sintiendo el poder fluir mientras que lo controlaba.
Desde que había vuelto no había utilizado su poder ni siquiera una sola vez pero había llegado el momento de hacerlo.
Katherine alzó la vista bruscamente al mismo tiempo que dejaba que su poder se extendiera, sus ojos brillaron y de repente el viento ya no se movía.
El humo de una chimenea lejana estaba sus