Caminaba temblorosa, casi sin equilibrio, aferrándose a su capa como si fuera un escudo contra lo que sentía. El frío la rodeaba y los árboles parecían susurrar algo antiguo.
"Él estaba con Serenya."
El pensamiento volvió como un latigazo. Las palabras de los guardias que custodiaban la habitación aún retumbaban en su cabeza todavía aunque había querido apartarlas de golpe.
Katherine había apretado los dientes, siguió caminando como si no le afectara pero su pecho se había contraído con una fuerza que ni el frío podía provocar. Le dolía, le dolía más de lo que debería.
—No me importa —murmuró para sí misma, cruzando un sendero cubierto de ramas secas—. No me importa si duerme con todas. No es mío. Una vez que crucé el portal, seguro que mis sentimientos por él desaparecerán.
Pero la mentira se quebraba con cada paso que daba.
Cassian no era suyo.
Y sin embargo, la idea de él con otra, tocando otra piel, hundido en otra hembra, le arrancaba el alma.
—Estoy siendo estúpida —se dijo entr