Caminó entre los árboles, cruzando el sendero que llevaba a la zona central de la manada.
Los machos la miraban. Algunos detenían la conversación entre risas para observarla pasar. Otros más jóvenes, se tensaban, arrastrados por algo en su aroma, aunque ella lo había ocultado cuidadosamente su embarazo no debía ser evidente, pero su belleza se había transformado en más etérea, su sensualidad era innata.
Una de las hembras se llevó la mano al cuello y murmuró algo al oído de otra pero ella no le prestó atención.
Katherine solo seguía caminando, como si eso la fuera a acercar a las respuestas que tanto necesitaba.
¿Nada ha cambiado?
Había esperado encontrar grietas.
Algo fuera de lugar.
Una fisura en la realidad que confirmara que su viaje al pasado lo había alterado todo. Que su presencia había dejado marcas. Pero no. Todo parecía congelado en el mismo punto donde lo había dejado.
Todo... excepto ella.
—Es bueno volver, ¿No es así?
El tono era suave y profundo, con esa sabiduría innata