— Entonces, ¿Vendrás? — Le dijo por teléfono.
— Claro que sí, estoy muy cerca, guárdame un lugar en tu mesa — Armin respondió mientras aparcaba el coche relativamente cerca de la entrada del Campus.
— Recuerda que la gala es para donar dinero… — Le recordó la Dra. Frazer.
— Oh, no es problema, tampoco es como si tuviera mucho dinero, pero puedo darme ciertos lujos… además, la ocasión lo amerita, y si esa chica tiene lo que creo que tiene, no importa el precio, así sea un donativo jugoso para la universidad.
— ¿Tardarás mucho?
— Búscame una bebida, acabo de dejar el carro en el estacionamiento.
La Dra. Frazer consultó la hora en su móvil y le pareció que Armin bromeaba, pero no, toda duda se disipó en cuanto lo vio entrar.
El hombre caminó direc