Un convoy de vehículos blindados con los cristales polarizados arribó a la sede de la manada Luna Roja, Kira sintió pesado el ambiente en cuanto el hombre de traje elegante y rostro de dios griego descendió del auto.
—¡Me lleva! Algo muy extraño está pasando aquí — Se dijo y corrió a avisar a Dolph que salía de darse una ducha.
—¡Sal de ahí inmediatamente! Tenemos visitas, y es alguien de mucho peso, o no se atrevería a haber venido así hasta aquí, además, ¡Es muy rico y trajo consigo a un ejército!
Dolph se vistió a todo correr y salió a ver lo que sucedía, pero se encontró de frente con un grupo de guardias en la puerta de su propio despacho.
—¿Qué diablos está pasando aquí? — Preguntó asombrado de tal atrevimiento — ¡Esta es mi casa! ¡Mi manada! ¿Acaso no saben que soy un Alfa? ¡Déjenme pasar! — Caso ladró.
Duncan y Elijah se acercaron para detenerlo, pero Antenor levantó una mano para evitar que lo sacaran de la casa.
—Déjalo, Duncan, yo pondré al tanto al Alfa Dolph.
—¡Explícate