El aura de aquel vampiro era terriblemente amenazante. Todo en él despertaba cada uno de mis más primitivos instintos. La sensación y el poder del hielo en mi cuerpo regresaban poco a poco, y sentí profundo el dolor en mi pecho nuevamente. ¿Demi Lova intentando salir? O eso era lo que pensaba… pero ¿y si no era eso? ¿Y si mi dolor en el pecho significaba otra cosa?

Durante toda mi vida jamás había manifestado ser una loba. ¿Por qué en este momento? ¿Por qué ahora, después de que Johana hizo eso en aquel sueño? Para mí no tenía ningún sentido. De todas formas, ahí estaba, frente a aquel ser maligno que me observaba con sus ojos completamente rojos.

Tuve el impulso de levantar la palma de mi mano y lanzar hielo hacia él, no para matarlo, más bien como un acto instintivo de defensa. El hombre tenía un libro en las manos que dejó sobre una pequeña mesita. Hombre, vampiro… ni siquiera sabía cómo podía llamarlo. Era un monstruo. Sus alas se arrastraban por el suelo, eran membranosas como la