—¡Entonces te quedaste corta en decirme, deberías haberlo matado al desgraciado!
—¡No quiso acostarse contigo cuando compartían cama y ahora quiere forzarte! ¡Hiciste muy bien en romperle la cabeza! —Paula criticaba, sin mostrar nada de la elegancia que la caracterizaba y mucho menos como la distinguida obstetra que era, se tornó al contrario despectiva.
—Es el típico caso de alguien con desequilibrio mental. Siempre pensó que no podría dejarlo ir, y ahora que ve que en serio no quiero saber nada de él, se desespera —le expliqué.
Paula coincidió totalmente y añadió —Se dio cuenta muy tarde de que te ama y no soporta que tengas algo que ver con otros hombres.
¿No es así?
Para evitar que trabajara con Sergio, primero mandó a Alejandro y luego a Beatriz, hasta el punto que ya ni puedo terminar el trabajo final del parque de diversiones.
Aunque Sergio me prometió que él lo terminaría.
—Sara, recuerda muy bien: si Carlos vuelve a propasarse contigo, tú golpéalo cada vez que lo haga. Cuando