Ivana aún estaba en shock por el beso de Eliot. Todo había sido tan rápido e inesperado que se quedó inmovil y solo reaccionó por instinto cuando escuchó la voz autoritaria de Dante.
—¡Suéltala ahora mismo, Eliot!
Se acercó a él con esa aura intimidante y amenazadora que lo caracterizaba pero solo le dio un pequeño empujón para separarlo de Ivana y con una calma escalofriante, se limitó a acomodar el cuello de su camisa hasta posar sus manos a la altura de sus hombros como si todo lo ocurrido no tuviese la mayor importancia.
– Nunca cambias hermanito. Siempre queriendo quitarme lo que es mío.
–¿Tuya?. El mundo entero sabe que era conmigo con quien ella se iba a casar.
– Exacto. –dijo como quien acaba de resolver una ecuación. –Era… un verbo en pasado. Su presente soy yo, hermanito.
Eliot estaba furioso, al no obtener la respuesta que quería.
Dante se separó de Eliot y tomó la mano de Ivana mientras la dirigía a la salida guiándola como si fuera su más preciada posesión.
Ya en el aut