74. Pov Niki
El domingo amaneció con olor a café y nervios.
Desde que le había dicho a Dan que mis padres nos esperaban para almorzar, su sonrisa había sido una mezcla rara entre aceptación y resignación. No podía culparlo. Presentar al “niñero” de mi hija a una familia como la mía no era exactamente un plan de fin de semana relajado.
—¿Seguro que quieres venir? —pregunté mientras lo veía ponerse una camisa blanca impecable, arremangada hasta los codos.
—Claro. —Sonrió con ese aplomo que a veces me irritaba y otras me desarmaba—. Si voy a cuidar a Anne, y a ti, también tengo que entender de dónde viene tu encanto.
—Encanto o caos —murmuré, ajustándole el cuello.
—Ambas cosas —dijo, con una sonrisa de medio lado.
El viaje hasta la casa de mis padres fue tranquilo. Dan manejó, Anne dormía en su butaca, y yo intentaba imaginar todas las formas en que mi familia podía incomodarlo. Spoiler: eran muchas.
Cuando llegamos, el jardín estaba lleno de risas. Neil y Paola, mis padres, habían preparado una