25. Pov Niki
Me paré frente a la mesa del comedor, con Anne aún balbuceando en su sillita, y suspiré. Luego de la cena había quedado un desastre, con fideos por todas partes y salsa sobre mi camiseta nueva, pero algo en mí me impulsó a poner orden de inmediato. Tomé los platos y los cubiertos y los apilé con cuidado, intentando no despertar a la pequeña.
—Voy a poner todo a lavar —dije, más para mí misma que para Dan, aunque él estaba a mi lado, todavía recogiendo los restos de comida de Anne.
Dan me observó con esa calma que siempre parecía tan natural y serena, y luego su voz suave me atravesó:
—Si quiere, yo puedo hacer dormir a Anne mientras terminas.
Me giré hacia él, sorprendida, y noté cómo sus ojos brillaban, esa mezcla de firmeza y ternura que siempre me desarmaba. No podía evitar que un escalofrío recorriera mi espalda, y por un instante lo imaginé allí, solo él y yo, sin la niña, aunque sabía que eso era un pensamiento absurdo y, al mismo tiempo, imposible de ignorar.
—Está bien —dije f