Capítulo 21. Baile privado.
Los días previos al gran evento fueron muy intensos. Por la mañana, la calma de la mansión se vio interrumpida por una llamada urgente de Bruno.
—Elliot, necesitamos que salgan ya —dijo su representante por el teléfono, agitado. —Richard está filtrando rumores de que la boda es solo un negocio, una farsa para ganar dinero. Tenemos que contrarrestar eso. Un día romántico para la prensa y ahora mismo.
—Demonios. Ese viejo no se rinde —miró a Maya, que lo observaba desde el sofá—. ¿Lista para hacer tu debut como la mujer más enamorada de Hollywood?
Maya suspiró, sintiendo cómo la irritación le subía por el cuello.
—Actuando soy buena, pero no sé si lo soy tanto como para vender esta farsa.
—Lo serás —le dedicó una sonrisa gélida. —Solo sígueme el juego. Una sonrisa perfecta aquí, un toque casual allá. Sin preguntas y sin desvíos. Solo nosotros, locamente enamorados.
El día se convirtió en una tortura deliciosa. Desayunaron íntimamente en un café exclusivo, donde los flashes no cesaban; v