Capítulo 20. El bombón.
La noticia del rechazo de Elliot al acuerdo prenupcial cayó como una bomba en la oficina de Richard Vance.
La furia se había convertido en un incendio incontrolable, pero ahora se mezclaba con una punzada de impotencia. Elliot era un hueso duro de roer y Maya Santos se había convertido en una pieza clave de su rebelión.
Richard cogió el teléfono y marcó el número de su viejo amigo y socio, Lucas Miller, padre de Charlotte. Necesitaba desahogarse y Lucas era el único que, a pesar de sus propias agendas, comprendía el laberinto de su vida.
—Lucas, ¿estás ahí? —La voz de Richard era tensa, casi un gruñido.
—Richard, siempre es un placer oír tu dulce voz —respondió Lucas con su habitual tono irónico y una risa grave de fondo—. Supongo que llamas por el último desplante de tu vástago, ¿me equivoco?
Richard bufó. —¡Desplante es poco! Es una guerra abierta, Lucas. ¡Se niega a firmar el prenupcial! Y esa muchacha que ha encontrado... ¡Es una provocación! ¿Cómo voy a justificar esto ante la ju