Una Carga II
Por primera vez desde que salió del río, comprendió lo que significaba estar sola en un lugar desconocido, sin ayuda. El bosque ya no parecía solo frío. Parecía vivo. Observándola y Ana nunca había experimentado algo así. El vacío blanco del bosque la rodeaba.
Una sensación recorrió su nuca y no era el viento. era como el sentido de su cuerpo alertando, poniéndola en tensión. El sonido de pasos se escuchó con claridad.
Giró lentamente la cabeza y le pareció ver que entre los árboles algo se movía.
-¿Ashven? -Llamó con la voz ronca.
Nada, no hubo respuestas.
Dio un paso atrás, tanteando el árbol más cercano para apoyarse. La cadena tintineó al moverse, y ese sonido metálico pareció atraer la atención de lo que fuera que se acercaba.
-Es por aquí te lo estoy diciendo. -Aquella voz fue casi inaudible para Anatema, pero lo suficiente para aterrarse al pensar que podía ser Lobos de su manada. Entonces, de entre la neblina, emergió una silueta. Alta, cubierta con pieles os