Noche con el Enemigo
-Comencemos con esta mierda. -Encender el fuego no fue problema, estaba acostumbrado y tenía paciencia con la técnica.
El problema fue cuando arrastró el cuerpo de Ana más cerca de la fogata, se le ocurrió que sería mejor y más rápido para ella entrar en calor si le quitaba las prendas mojadas y literalmente congeladas. Estaba desatando unas cintas de la espalda baja sin mucho existo cuando despertó.
Se agitó nerviosa al despertar en un lugar extraño, gimió del dolor y se llevó las manos a la cabeza.
-¿Qué mierda? -Se alejó mientras intentaba presionar las zonas punzantes de su cabeza. arrastró su cuerpo hasta chocar su espalda contra la fría pared de la cueva.
-Calma… -Levantó las manos como si se defendiera de cualquier posible acusación. -Sólo iba a quitarte esa ropa. -Explicó de pésima manera.
-¿Qué? -Cerró los ojos dándose cuenta del error.
-No, me refiero a que está mojada, necesitas entrar en calor. -Ana sujetó su garganta dolorida por forzarla mientra