Capítulo 67.
POV: Carlos
El salón de crisis olía a café frío y papeles húmedos. Eran casi las once de la noche y los ministros seguían hablando sin parar, repitiendo cifras, excusas y recomendaciones inútiles. La mitad del gabinete estaba más preocupado por salvar su reputación que por limpiar el nombre del gobierno. Las acusaciones de corrupción seguían llenando los titulares, y aunque teníamos pruebas de nuestra inocencia, el Senado exigía respuestas inmediatas.
Yo escuchaba, pero no oía nada. Solo veía sus bocas moverse. La rabia me hervía por dentro. Teníamos documentos, registros bancarios, transferencias rastreadas que probaban que la red de dinero sucio venía de afuera, no de nosotros. Pero eso no bastaba. El país estaba en shock, la prensa devoraba cada palabra, y mientras tanto Claudia seguía siendo el fantasma detrás del caos.
—Presidente —interrumpió León, entrando sin anunciarse—. Tiene que venir. Es urgente.
El silencio fue inmediato. Los ministros se miraron entre sí, sabiendo que cu