El doctor Martínez se quedó callado por un momento, Lía temblaba, sentía que iba a descubrirla, el corazón le latía tan fuerte que pensó que Mikkel lo oiría. Hizo un esfuerzo para contener las lágrimas, no podía llorar ahora, no podía delatarse, se le quedó viendo al médico, su mirada era suplicante.

Entonces el médico les pidió que se sentaran, enseguida abrió el sobre con los resultados, y los observó atentamente, escribió algo y luego se dirigió a Lía.

—Señora Skarsson —dijo, su voz era tranquila— sus resultados nos muestran una anemia severa, la anemia puede tratarse con un tratamiento eficiente, pero debe seguirlo al pie de la letra, le indicaré hierro, vitaminas B12, ácido fólico, mucho reposo, y una alimentación rica en proteínas, nada de esfuerzo físico.

Lía respiró aliviada, el médico la había ayudado o alguien había alterado esos resultados, lo que sí sabía era que había sido gracias a Arthur, observaba al médico atentamente, él estaba serio, pero no dijo nada. El doctor d