Alexander Lee (Jin-Sung)
Seis meses. Trescientos setenta y dos comidas tomadas en solitario. Un millón de decisiones corporativas tomadas con una fracción de mi atención.
Mi despacho en el piso 70 de la Corporación Lee se había convertido en mi celda de aislamiento. Desde aquí, el mundo de Seúl parecía seguir girando en orden perfecto: las luces, el tráfico, el flujo constante de capital. Pero para mí, era una fachada ridícula. Yo era el CEO de un imperio que había desmantelado silenciosamente tres contratos vitales en Europa, que había abierto canales bancarios en el sudeste asiático y que había mentido con una sonrisa a cada accionista. Y todo, por un 0.5% de mis activos que ahora existía en un vacío total.
El silencio de Munan era el peor tipo de tortura. La tableta sellada permanecía en la caja fuerte de mi escritorio, el único objeto que no me atrevía a tocar. Cada mañana, al leer las noticias mundiales, buscaba cualquier indicio de un brote de enfermedad, una crisis humani