Stefan despertó con el sabor del whisky amargo en la boca y la luz del sol quemándole los ojos a través de los ventanales. Se había quedado dormido en el sofá, todavía vestido con la ropa del día anterior. Su teléfono vibró cerca, insistente.
Lo buscó a tientas.
Veintitrés notificaciones nuevas.
La primera era de David Rothman, enviada a las 6:47 AM:
"Hecho. Columbia reactivará la beca de Cole esta semana. El decano llamará personalmente para disculparse por el 'error administrativo'. Expediente limpio. Como si nunca hubiera pasado."
Stefan se quedó mirando el mensaje.
Ya estaba hecho. No había vuelta atrás. Cole volvería a Columbia. Volvería a la vida de Luciana. A sus clases, a sus almuerzos, a sus conversaciones en la biblioteca.
Y Stefan acababa de facilitarlo todo.
Se levantó sintiendo cada músculo tenso.
A las nueve de la mañana, llamó a James.
—Necesito que averigües todo sobre la rutina de Luciana.
Hubo una pausa al otro lado.
—Stefan, no sé si eso es...
—No estoy pidiendo tu o