Cuando entraron a la sala, todos los ojos se clavaron en ellos. Richard estaba de pie junto a la chimenea, con los brazos cruzados y una expresión que Stefan no pudo descifrar. Catherine permanecía sentada, con la espalda recta como una vara. Victoria tenía la mano presionada contra su frente, como si estuviera conteniendo un dolor de cabeza masivo. Y Alexander los miraba con algo que podría haber sido admiración o incredulidad.
—¿Alguien quiere explicarme qué carajo acaba de pasar? —La voz de Richard era peligrosamente baja.
Stefan apretó la mano de Luciana antes de soltarla.
—Salvé la situación.
—¿Salvaste la situación? —Richard caminó hacia él—. Acabas de besar a Luciana frente a treinta cámaras después de que ella vino aquí a cancelar el compromiso.
—Exactamente. —Stefan sostuvo la mirada de su abuelo—. Y ahora ella no puede cancelarlo sin quedar como una mentirosa. Lo que significa que el trato sigue vigente.
Luciana habló con voz fría desde su posición junto a la puerta.
—¿Para q