Luciana estaba en su tercer cosmopolitan cuando sintió una presencia detrás de ella—algo que cambió el aire, que hizo que su piel se erizara con reconocimiento instintivo. El olor a colonia cara y determinación masculina llegó antes que la voz.
Se giró, esperando ver a Chloe o Lily regresando del baño.
En cambio, encontró a Stefan Vanderbilt.
Furioso. Con la camisa ligeramente arrugada de haber bajado corriendo, el cuello abierto mostrando la línea de su garganta tensa. Ojos ardiendo con algo peligroso y posesivo que hizo que su estómago se apretara en un nudo imposible.
Lucas dio un paso atrás automáticamente cuando vio la expresión en el rostro de Stefan—el instinto de supervivencia de reconocer a un depredador alfa acechando.
—¿Qué haces aquí? —Luciana logró decir, su voz más firme de lo que esperaba considerando que sus manos temblaban.
—Podría preguntarte lo mismo. —Stefan la miró de arriba abajo, sus ojos demorándose en cada centímetro de piel expuesta, quemando un camino visibl