La sorpresa que le aguardaba a Ares era más grande de lo que hubiese imaginado.
Antes de bajar a la sala de su mansión,pensó muy bien lo que haría.
Alessandro le había resultado efectivo y tal como lo prometió, capturó a la esposa del Lince.
—Patrón,tengo a la mujer del individuo,usted la conoce,no se imagina.
— Dime quien es ella.
Ante el silencio de Alessandro decidió bajar las escaleras.
La mujer estaba de espaldas y al darse vuelta pudo apreciar la cara de incredulidad de Ares.
—¡No puede ser!,Lauren estás viva— No ocultó para nada su desconcierto.
La mirada de Lauren estaba cargada de culpa no pudo articular palabra alguna.Su rostro de una palidez extrema ante el susto de imaginar lo que le haría su yerno ante la burla.
— ¡Habla ya mujer!,¿le comieron la lengua los ratones. — La hostigó Alessandro.
—Déjame a solas con mi suegra.
Cuando Alessandro se hubo retirado la mujer dijo:
— Tu padre montó toda esta farsa.
Ares tragó secó para pasar el nudo en su garganta.No le permitía a n