Capítulo 84.
Capítulo 84.
Narrador omnisciente:
Arturo no dormía. No recordaba la última vez que había conciliado el sueño sin que la imagen de Gabriela lo atormentara. Desde la escuela, cuando la conoció, algo se le incrustó en la mente. Ella era distinta, un brillo que él interpretó como un mensaje personal: estaba hecha para él. Nadie más lo entendía. Nadie más veía lo que él veía.
Con el tiempo, esa idea se volvió una obsesión. No importaba que Gabriela lo rechazara una y otra vez. No importaba que lo denunciara en su mirada, que se alejara cada vez que él intentaba acercarse. Para Arturo, cada rechazo era una prueba de que ella luchaba contra lo inevitable.
En el pasado reciente, había cruzado una línea. Había intentado forzarla, en un arranque de desesperación. Ella logró escapar, lo denunció, gritó que no quería verlo nunca más. Él apenas esquivó a la justicia con las conexiones turbias de sus negocios. Pero eso no lo detuvo. No podía detenerlo. Gabriela era suya, lo había sido desde e