Capítulo 101.
Capítulo 101.
Narrador omnisciente:
La mañana después de lo ocurrido en el salón, Gabriela despertó con un peso en el pecho. Había pasado la noche dando vueltas en la cama, incapaz de conciliar un sueño al menos de manera profunda. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Jorge sobre ella, sus manos, sus labios, su urgencia, volvían a su mente con claridad. Y aunque su cuerpo todavía vibraba con el recuerdo del encuentro, su corazón estaba enredado en las dudas.
Sentada al borde de la cama, con el cabello revuelto y la mirada fija en el suelo, se preguntaba si no había cometido un error. Había sido ella misma quien había puesto los límites desde el principio. Había sido clara: Jorge podía quedarse en su casa, pero solo como huésped. Y sin embargo, la noche anterior había roto su propia regla. Lo había besado, lo había aceptado y se había entregado con la misma intensidad que él.
Suspiró. No podía negar que lo había deseado, que lo había necesitado, pero eso no borraba lo que h