Al cuarto año de matrimonio se decidiò a confesar todo a su padre. No habìa hablado con èl en mucho tiempo. Su marido se lo habìa impedido diciendo que era demasiado grande para seguir detràs de su papito. Sin embargo ella sabìa que Marco se podrìa dirigir a la Villa para entregarle esa carta si ella se lo pidiera. No habìa tenido noticias de su padre desde hacìa mucho tiempo.
Querido padre:
La vida aquì es rutinaria y aburrida, preferìa la villa, en donde todo era verde y el viento soplaba con màs fuerza. Me gustarìa poder regresar a nuestra casa una vez màs y recorrer otra vez esos viñedos. Extraño tanto la vendemia y las celebraciones. Extraño tanto la familia que tenìamos. El servicio es tan amable con nosotros, aquì parezco un fantasma al que no deben mirar ni dirigir la palabra. Padre, te imploro, cuentame como ha ido la vendemia y el comercio desde mi matrimonio. Me gustarìa saber que no fue en vano..
Escuchò pasos, se apresurò para esconder la carta, sabìa que si Ludo