CAPÍTULO 100: LA NOCHE QUE LO CAMBIA TODO
Maddison
Despertar con su cuerpo a mi lado ya no es un sueño, es real, y por primera vez en mucho tiempo, siento que estoy a salvo. Derek duerme profundamente, con una mano sobre mi cintura y su respiración cálida en mi cuello. Podría quedarme así para siempre, con el corazón lento, con esta calma que no me pertenece del todo pero que empiezo a desear como si fuera mía.
No es una noche más, no fue sexo ni consuelo, fue entrega, ternura, la manera en que su mirada me buscó antes de tocarme. Cómo me quitó la ropa como si tuviera miedo de romperme y susurró mi nombre como si lo estuviera diciendo por primera vez. Fue amor real, crudo y sin mentiras. Sin rabia ni culpa.
Y yo también lo amé. Lo amé como nunca me había atrevido antes.
No digo nada, solo me quedo mirándolo mientras duerme. Hay paz en su rostro, como si después de tanta guerra interna, hubiera encontrado el camino de regreso a sí mismo… y a mí.
Me aparto con suavidad y me levanto, me